Puente Piedra, Lima
Tumba Chancay en Puente Piedra
Descubrimiento de tumbas Chancay con más de 1,000 años de antigüedad, revelando sofisticadas prácticas funerarias en Lima Norte.
La historia milenaria del Perú continúa emergiendo desde las profundidades de la tierra limeña. En 2025, el distrito de Puente Piedra, situado en Lima Norte, se ha convertido en escenario de un descubrimiento arqueológico extraordinario: el hallazgo de tumbas de la cultura Chancay con más de 1,000 años de antigüedad, revelando prácticas funerarias sofisticadas y confirmando la presencia de esta civilización prehispánica en territorios hasta ahora poco estudiados de la costa central del Perú.
Un Descubrimiento Fortuito con Profundo Significado Histórico
Durante los trabajos rutinarios de ampliación de la red de distribución de gas natural realizados por la empresa Cálidda en julio de 2025, específicamente en la Calle Santa Teresa del distrito de Puente Piedra, el equipo de arqueólogos que acompaña estas obras identificó una tumba tubular prehispánica. El hallazgo, realizado a aproximadamente dos metros de profundidad, contenía un fardo funerario de un individuo adulto acompañado de un ajuar ceremonial excepcional.
Este descubrimiento no fue un caso aislado. Semanas antes, en junio de 2025, el mismo equipo arqueológico localizó en la avenida Santa Patricia los restos momificados de una mujer joven de entre 20 y 25 años, también perteneciente a la cultura Chancay. Junto a ella se encontraron nueve vasijas de cerámica, cuatro mates de calabaza con restos de crustáceos y elementos rituales que evidencian un complejo sistema de creencias y prácticas mortuorias.
Posteriormente, en agosto de 2025, se halló una tercera tumba a escasos metros de las anteriores, confirmando la hipótesis del arqueólogo José Aliaga sobre la existencia de un cementerio prehispánico extenso en la zona. Esta tumba contenía restos de un individuo envuelto en un fardo deteriorado, en posición fetal con las piernas flexionadas contra el pecho, acompañado de cuatro vasijas de arcilla y tres objetos elaborados con cáscaras de calabaza.
La Cultura Chancay: Maestros de la Costa Central Peruana
La cultura Chancay se desarrolló en la costa central del Perú entre los años 1200 y 1470 d.C., durante el período conocido como Intermedio Tardío. Esta civilización floreció tras la caída del imperio Wari, estableciéndose principalmente en los valles de Chancay, Chillón, Rímac y Lurín, con su centro ubicado aproximadamente a 80 kilómetros al norte de Lima.
Los Chancay fueron una sociedad eminentemente costera que basó su economía en tres pilares fundamentales: la agricultura intensiva mediante sistemas de irrigación con canales y reservorios, la pesca artesanal utilizando caballitos de totora, y el comercio extensivo tanto por tierra hacia la sierra y selva como por mar hacia el norte y sur de sus territorios. Esta prosperidad económica les permitió desarrollar una producción artesanal a gran escala, especialmente destacada en cerámica y textiles.
Características Culturales Distintivas
La cerámica Chancay es reconocida mundialmente por su distintivo estilo "Negro sobre Blanco", caracterizado por un fondo de engobe cremoso o blanco sobre el cual se aplicaban diseños geométricos en color negro o marrón. Las formas más representativas incluyen los cántaros con gollete ancho decorados con rostros humanos modelados, conocidos popularmente como "chinas", y las célebres figurinas antropomorfas denominadas "cuchimilcos".
Los cuchimilcos son representaciones de hombres y mujeres desnudos con los brazos levantados hacia el cielo, con las palmas hacia adelante. Tradicionalmente se les considera protectores de tumbas y amuletos vinculados a la fertilidad y al culto de los ancestros, encontrándose frecuentemente sobre los cuerpos de los difuntos.
La producción cerámica Chancay fue pionera en Sudamérica al implementar técnicas de fabricación masiva mediante el uso extensivo de moldes, permitiendo una producción en serie sin precedentes. A pesar de esta masificación, los artesanos lograron producir más de 400 formas diferentes de diseños decorativos.
Los Hallazgos de Puente Piedra: Un Tesoro Arqueológico Intacto
Composición de los Ajuares Funerarios
Los entierros descubiertos en Puente Piedra durante 2025 han proporcionado información invaluable sobre las prácticas funerarias Chancay. El ajuar recuperado de la tumba de julio incluye: cántaros de estilo tricolor geométrico con representaciones de personajes con brazos extendidos, botellas de uso doméstico, una botella cara-gollete de estilo Chancay negro sobre blanco, varios cuencos elaborados en calabaza, y elementos de cerámica con iconografía que representa peces, aves y diseños geométricos.
La tumba de junio, por su parte, contenía nueve vasijas que incluían ollas, cántaros y botellas con decoración característica negro sobre blanco y tricolor geométrico, además de cuatro envases de calabaza con restos de crustáceos, evidenciando la importancia de los recursos marinos en su cosmovisión.
Significado Cultural y Ritual
Los hallazgos revelan que estos entierros no eran simples inhumaciones, sino complejas ceremonias rituales que reflejaban la estructura social y las creencias espirituales de los Chancay. La presencia de ajuares compuestos por cerámicas, alimentos marinos y objetos domésticos indica la creencia en una vida después de la muerte donde el difunto necesitaría estos elementos.
Las tumbas tubulares, construidas con troncos, cañas y adobes, representaban estructuras arquitectónicas funerarias sofisticadas diseñadas para proteger y preservar los fardos funerarios. La técnica de momificación natural, facilitada por las condiciones desérticas de la costa peruana, permitió la conservación excepcional de los restos humanos y textiles asociados.
Metodología de Investigación Arqueológica Aplicada
El Plan de Monitoreo Arqueológico
El éxito en la identificación y recuperación de estos hallazgos se debe al riguroso Plan de Monitoreo Arqueológico implementado por Cálidda, aprobado y supervisado por el Ministerio de Cultura del Perú. Este protocolo establece que durante cualquier obra de excavación que implique remoción de suelos, debe existir acompañamiento permanente de arqueólogos profesionales capacitados para detectar evidencia arqueológica.
Jesús Bahamonde Schreiber, arqueólogo licenciado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y especialista en Gestión Cultural, lidera el equipo arqueológico de Cálidda. Junto a José Aliaga y otros profesionales, han desarrollado un sistema de detección temprana que permite identificar hallazgos arqueológicos incluso en zanjas de apenas 30 centímetros de ancho y un metro de profundidad.
Procedimientos de Excavación y Recuperación
Cuando se identifica material de valor arqueológico, se activa inmediatamente el Procedimiento de Gestión de Patrimonio Cultural: detención inmediata de obras, notificación y evaluación por el Ministerio de Cultura, excavación controlada siguiendo protocolos estratigráficos, registro exhaustivo (fotográfico, dibujos, fichas), recuperación de materiales con zarandas y muestras de tierra para flotación, y finalmente, el análisis de gabinete en laboratorio.
Técnicas de Datación y Análisis
La determinación de la antigüedad de los hallazgos se realiza mediante múltiples técnicas complementarias: análisis iconográfico y estilístico de las cerámicas, análisis de estratigrafía, y datación por radiocarbono de materiales orgánicos para obtener fechas absolutas.
El Equipo Arqueológico de Cálidda: Profesionales al Servicio del Patrimonio
La empresa Cálidda, distribuidora de gas natural en Lima Metropolitana y Callao, ha desarrollado desde hace dos décadas un modelo pionero de responsabilidad patrimonial. Su equipo de arqueología está conformado por profesionales especializados que trabajan de manera preventiva durante todas las fases de construcción de redes subterráneas.
"Hasta 2025, el equipo de Cálidda ha registrado más de 2,200 hallazgos arqueológicos en distintos puntos de Lima y Callao. Este impresionante volumen de descubrimientos incluye fardos funerarios, momias, cerámicas, textiles y evidencias desde períodos preincaicos hasta épocas coloniales."
Perfil de los Arqueólogos Principales
Jesús Bahamonde Schreiber es licenciado en Arqueología por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, con especialización en Gestión Cultural. Ha liderado numerosos proyectos de investigación y rescate arqueológico en Lima. José Aliaga, también arqueólogo de Cálidda, ha participado en la identificación y excavación de múltiples hallazgos. Marcio Mayta, coordinador de Gestión Ambiental y Arqueología, supervisa el cumplimiento de los protocolos y la coordinación institucional.
Puente Piedra y su Importancia Patrimonial
Historia y Desarrollo del Distrito
Puente Piedra, creado como distrito en 1927, debe su nombre a una piedra que servía como paso sobre una acequia. Su ubicación estratégica en Lima Norte lo convirtió en un punto de tránsito importante desde épocas prehispánicas. Durante la época incaica, Túpac Yupanqui ordenó construir puentes y caminos en esta zona tras conquistar el valle del río Chillón, lo que explica la riqueza arqueológica que yace bajo el actual tejido urbano.
Los múltiples hallazgos de 2025 confirman que Puente Piedra alberga un extenso cementerio prehispánico de la cultura Chancay. La cercanía entre los descubrimientos sugiere una necrópolis de considerable extensión que permanece mayormente inexplorada bajo las calles y viviendas actuales.
Impacto en la Conservación del Patrimonio Cultural
Significado para la Comunidad Local
Para los habitantes de Puente Piedra, estos descubrimientos representan una oportunidad única de reconexión con su pasado ancestral. La visibilización de este patrimonio enterrado fomenta el desarrollo de identidad cultural local y genera conciencia sobre la importancia de proteger los vestigios arqueológicos.
Contribución al Conocimiento Científico
El Proyecto Arqueológico Tumba Chancay aporta información fundamental para comprender la extensión territorial real de la cultura Chancay, sus prácticas funerarias, patrones de subsistencia y la cronología del Intermedio Tardío en la costa central.
Desafíos de Conservación en Contexto Urbano
Lima Metropolitana, con 10 millones de habitantes, alberga más de 400 zonas arqueológicas documentadas. El modelo implementado por Cálidda demuestra que es posible armonizar desarrollo infraestructural con protección patrimonial mediante planificación, monitoreo permanente, y coordinación con las autoridades.
Importancia del Hallazgo para la Arqueología Peruana en 2025
Contexto Nacional de Descubrimientos
El año 2025 ha sido prolífico para la arqueología peruana. Hallazgos simultáneos en el Centro Histórico de Lima (canales prehispánicos y virreinales) confirman que Lima es una capital donde casi cada proyecto civil revela evidencia arqueológica, demandando políticas públicas especializadas.
Proyección Futura
Los hallazgos abren líneas de investigación prometedoras: prospección sistemática para delimitar el cementerio, estudios bioantropológicos de los restos humanos, análisis tecnológicos de cerámicas y textiles, y proyectos de puesta en valor para socializar el conocimiento con la comunidad.
Reflexión Final: El Legado Chancay en el Siglo XXI
El Proyecto Arqueológico Tumba Chancay de Puente Piedra trasciende lo científico para convertirse en un símbolo de la relación del Perú contemporáneo con su pasado. La cultura Chancay nos habla de una sociedad sofisticada que dominó su entorno y desarrolló tecnologías innovadoras.
Los hallazgos de 2025 reafirman la responsabilidad compartida de proteger el patrimonio. El modelo de Cálidda demuestra que el progreso y la memoria pueden coexistir. Para los habitantes de Puente Piedra, es una invitación a valorar la profundidad histórica de su territorio y a convertirse en guardianes de un legado que pertenece a toda la humanidad.